El Instituto fiel a su carisma, se compromete en un trabajo de evangelización que, en el anuncio de la Buena Nueva busca la participación de todos los hombres en el misterio de Cristo, con preferencia hacia los pobres.
Esta acción evangelizadora la realizamos: por medio de la educación, en una promoción social y asistencial, promoción y animación de la comunidad cristianas mision y parroquias. (Const 85)
Historia de la Casa Provincial
Como queda dicho al principio, también la Casa Provincial tiene sus horas buenas pero también horas no buenas.
La primera Casa Provincial se instaló en Latacunga con el nombre de “ La Dolorosa”.
Dada las necesidades y el servicio que la casa presta se alquila una casa en la calle Venezuela-Quito parroquia Santa Bárbara. Allí se hospedan las religiosas estudiantes, pero como casa de familia también resulta estrecha e incómoda, por lo que siempre queda un vacío y preocupación de todas las hermanas de la Provincia, se busca una casa y se encuentra en pleno Centro de Quito en la Juan Larrea, pero dadas las circunstancias y por falta de personal, las hermanas de la Casa Provincial pasan al Hogar Santa Teresita y la Casa de la Juan Larrea dejan en arriendo.
A pedido de la hermanas de la Provincia se busca en arriendo una casa pequeña situada en la calle Lérida sector de la Floresta.
Con el ir y venir de hermanas, especialmente estudiantes y buscando una mejor comodidad para las hermanas, la Casa Provincial vuelve al Hogar Santa Teresita y es cuando se empieza la construcción en un terreno adyacente al Hogar Santa Teresita, como no nos cansamos de dar gracias al Señor, mediante ayudas; la venta de la casa Juan Larrea y un préstamo hipotecario se construye por fin el edificio de la Casa Provincial en la “Ulloa”.
La Casa Provincial, como la Casa Madre de la Provincia es construida con buen gusto, seguridades y presta toda clase de servicio a las hermanas; es de modelo elegante y sobrio a la vez, a ella llegamos con toda confianza pasamos momentos de oración y se llevó a cabo la primera Asamblea de Laicos y la primera Consagración.
Construción de la Casa Provincial
El 19 de marzo de 1984, después de la Eucaristía, el Padre Capellán nos acompañó a una procesión con San José que lo colocamos en el terreno en el cual se tenía destinado para la construcción de la casa provincial que ya era o iba a ser un hecho; lo dejamos allí en el campo todo el día y el grupo de obreros empezó por limpiar el terreno, pues estaba lleno de plantas y mala hierba, este era el primer paso para comenzar el trazo de los cimientos.
Se lo hemos confiado todo a San José, imposible que él no se vaya a poner al frente con su poderosa intercesión para llevar a cabo esta obra para nosotros tan trascendental.
Financiamiento de la Obra
Se comenzó con el millón que la Casa Provincial tenía de sus ahorros; luego lo recogido en la colocación de la Primera Piedra, más o menos unos 250 mil sucres. Se pagó el estudio del suelo que les llevó a los ingenieros algunos días, pues no contaban con la sorpresa de un suelo bastante arenoso y que demandaba una excavación más profunda de lo que se figuraban, esto obligó a pensar en la construcción de un sótano que servirá para bodegas de alquiler. Luego se pagó también la aprobación de los planos en el Municipio y se depositó la garantía obligatoria; el día 19 se pudo comprar todo el hierro que se emplearía en la construcción, se tomó esta medida en vista del aviso de que todo iba a subir de precio. Todos estos gastos anotados son preliminares a la construcción de la Casa. (Hna.Estela Valencia).
Unidades Educativas
Como toda la misión evangelizadora Bethlemita, el apostolado educativo encuentra su fuerza y dinamismo en la Contemplación del Misterio de la Encarnación, Misterio del Dios que se acerca, toca y abraza la humanidad para redimirla. El acto educativo es redención porque libera al ser humano de la ignorancia y le ofrece la posibilidad de vivir conforme a su dignidad y le ofrece la posibilidad de vivir conforme a su dignidad de hijo de Dios.
En la segunda década de siglo XXI, impulsada por el Espíritu desde las orientaciones de la Iglesia y a ejemplo de Santo hermano Pedro de Betancur y de la Beata Madre María Encarnación Rosal, la comunidad de hermanas Bethlemitas, renueva su opción por la educación, renueva, reafirma su opción por la persona y por su pleno desarrollo, y se abre a compartir su experiencia educativa con los colaboradores apostólicos en el anhelo de hacer de cada centro educativo, espacio virtual en el que se aprende a ser persona con el espíritu de Belén, casa del Pan. (Educación Bethlemita- lineamientos 2015 pág. 47)
Breve Historia de la Unidad Educativa Sagrado Corazón de Jesús - Ibarra
También es una Institución de carácter extraordinario, como todas nuestras obras, al principio es pobre, sencilla y austera; las hermanas prestan sus servicios como maestras de primaria y secundaria, especialmente en manualidades. La planta física es grande y sus paredes son de adobe, ha soportado temblores y terremotos, pero con la entrega, abnegación y sacrificio de las religiosas, se ha vuelto a poner en pie para seguir sirviendo con entusiasmo y amor, actualmente funciona con todas las exigencias pedagógicas y técnicas; en el centro solo la secundaria dado el gran número de estudiantes, la comunidad hizo gestiones para la construcción de un moderno espacio físico para la sección primaria, rodeado de una naturaleza hermosa con gran intuición y visión de futuro; se adecuó el salón auditorio: en la planta baja de la capilla dando lugar a los ingresos complementarios libres con lo necesario para cada uno de ellos, siempre con el esfuerzo comunitario se transformó la propiedad de Yaguarcocha en un hermoso centro de descanso, oración, recreación y de proyección apostólica, catequística. (Hna. Lucía de la Vega.)
Breve Historia de la Unidad Educativa Sagrado Corazón de Jesús - Latacunga
LATACUNGA, centenaria, a las faldas del hermoso y terrible volcán nevado Cotopaxi.
La Unidad Educativa ocupa lo que fue el Castillo de los Condes de Maenza, histórica y cultural es la comunidad que goza de varios ambientes. La entrada principal tiene aspecto de un monasterio de clausura con un pequeño jardín ligeramente adornado de rosas muy hermosas; a la derecha la capilla grande, en diferentes oficinas de colecturía, secretaría, biblioteca, comedor de la comunidad entre otros tienen una estructura colonial como bóveda de ojo de buey con base de piedra pómez, (también llamada "pumita") que tiene su origen en el magma volcánico, cuyo material es antisísmico. En el sector de los dos patios encontramos construcciones de carácter antiguo en dos pisos con varias aulas de clase, todo está decorado y utilizado para el mejor desarrollo educativo. (Hna.Lucía de la Vega)
La comunidad goza del cariño y acogida de la ciudadanía.
Rectoras y Superioras
- Hna. Rafaela Ortega
- Hna. Ana Dolores Bermúdez
- Hna. Josefa Álvarez
- Hna. Luz Marina Chacón
- Hna. Leticia Revelo
- Hna. Mercedes Ramírez
- Hna. Genovena Toscano
- Hna. María Elena Villota
- Hna. Teresita García
- Hna. Inés Fustillos
- Hna. Rosa Gaibor
- Hna. Graciela Osorio
- Hna. Magdalena Vaca
Breve Historia de la Unidad Educativa Fiscomisional Sagrado Corazón de Jesús - Tulcán
En las páginas de efemérides histórica de nuestra Congregación, la fundación de Tulcán es un realce glorioso. Nuestra Madre Encarnación, acompañada de cinco hermanas procedentes de la república de Guatemala, pisaron tierra ecuatoriana el 14 de agosto de 1886, cuando los habitantes de esta ciudad representados por el ilustre Consejo Municipal de ese entonces, integrados por los señores: Dr. Octavio Corella, Pastor del Hierro, José Adolfo Luna y Tomás Padilla, quienes en sesión del 24 de Enero, aquilatando en lo que vale esta necesidad espiritual resolvieron fundar el colegio de segunda enseñanza para la mujer dirigido por las religiosas Bethlemitas.
Esta resolución fue acogida con beneplácito general y con entusiasmo, se procedió a conseguir la aceptación del Gobierno eclesiástico, para la realización de tal noble propósito.
El Ilustre Consejo Municipal por intermedio del jefe político cantonal se dirigió a nuestra Madre Encarnación Rosal, que se encontraba en la ciudad de Pasto. El gobernador de la Provincia del Carchi con fecha 12 de febrero felicitó al Ilustre Consejo e hizo conocer el asentimiento del gobierno referente a que se fundase el colegio de religiosas Bethlemitas en esta ciudad; igual resolución favorable se obtuvo de nuestra Madre Encarnación Rosal y del Señor Obispo de la Diócesis de Ibarra.
Las primeras Religiosas, recién llegadas colocaron las bases de la cultura, fueron recibidas en medio de aclamaciones y entusiasmo general y se alojaron en la casa del Sr. Jesús del Hierro, que más tarde fue el jardín de infantes Leopoldo N. Chávez y allí con la mayor solemnidad iniciaron sus primeras labores escolares. Desde entonces se ha formado el corazón y mente de la mujer carchense. De este santuario de virtud y ciencia nace una fuente inagotable de valores superiores que irriga incansable y generosamente a los hogares de esta hidalga Provincia del Carchi.
El Ecuador, la Provincia y especialmente Tulcán creyentes y nobles deben su fe a su moral, a la formación del corazón de sus mujeres, quienes al corazón amoroso de Cristo aprendieron las virtudes que hacen de ellas verdaderas matronas de la sociedad.
Cuantas religiosas han trabajado en esta obra formadora y que padecieron gozosas, en una labor de pocos conocida, llevadas tan solo por la fe y el amor al Señor, trabajaron con humildad y en silencio en esta hermosa ciudad Tulcaneña. (Hna. Josefa Álvarez)
Breve Historia de la Unidad Educativa Sagrado Corazón de Jesús - Quito
Quito, capital, centro cultural y artístico del Ecuador. En el barrio del sur, con un buen número de población pobre y sencilla llegan las hermanas a ocupar lo que llamaron la casita de chocolate por la vejez y la estructura de adobe y madera. Las religiosas se dedicaron como maestras de primaria, de manualidades y catequesis.
Dadas las exigencias del lugar, se amplía el espacio físico para que funcione como primaria y secundaria, aprobado por el Ministerio de Educación y con maestros capaces y competentes. Se organiza laboratorios de química, física y no pueden faltar las canchas de recreación y deportes. Poco a poco desaparece la construcción antigua y en su lugar se levantan orgullosamente aulas bien dotadas y adecuadas.
El número de alumnas aumenta a tal suerte que hay que limitar cupos pero no todo es color de rosas… Hace mucha falta para la Institución un salón auditorio y una capilla grande; se empieza los trámites con la oposición del barrio que se vuelven enemigos; para decir de ellos por la mitad del colegio debe pasar una calle y construirán un parque, grandes fueron los esfuerzos de los padres de familia y de la comunidad y como dice la Madre Encarnación “cuando Dios quiere las cosas, todo se facilita” y el Señor quiso que con lucha se ocupara aquel gran espacio para un moderno auditorio con todo lo indispensable, construido a dos niveles, ya que en el primer piso se construyó una sala de catequesis, aulas para la sección primaria. Ocupando la cubierta como segundo piso se encuentra la capilla grande, espaciosa y hermosamente decorada, es el orgullo del barrio y está al servicio religioso de cuantos lo necesitan.
Actualmente el colegio cuenta con aulas, laboratorios, computación, física, química, departamentos de orientación vocacional, de educación física, etc. Todo para el servicio de la Unidad Educativa, pero el entusiasmo de las hermanas y todos cuantos pasan por nuestras obras piden más…
El esfuerzo es bien pagado cuando se realiza con amor… Se adquiere un espacio para la construcción del coliseo y hace unos años se lo inauguró con todo lo necesario y artísticamente decorado. ¡Dios sea bendito y alabado!, para él sea el honor y la gloria. (Hna. Lucía de la Vega)
Nuestras Obras Parroquiales
Misión: Somos religiosas Bethlemitas comprometidas en un trabajo de evangelización que, en el anuncio de la Buena Nueva y en comunión eclesial, buscamos la participación de todos los hombres y mujeres en el Misterio de Cristo, con preferencia a los pobres.
Visión: Anhelamos comunidades evangelizadas y evangelizadoras, conscientes de su compromiso bautismal y que, en actitud profética, animen, orienten y hagan presentes los valores del Reino en la trasformación de la sociedad.
Objetivo General: Animar y formar líderes en la acción pastoral parroquial para responder a la realidad actual; fortaleciendo la vida de fe y el compromiso bautismal de los laicos.
Obra Parroquial La Calera. Parroquia San Felipe
San Felipe se ubica al noroccidente del cantón Latacunga se levanta la tradicional parroquia Eloy Alfaro. Allí, el barrio San Felipe se destaca como el más antiguo de las 20 poblaciones que conforman esa zona.
Su historia se remonta a 1568, cuando los padres franciscanos catequizaban a los indígenas. Pero aún antes de estos hechos, el barrio ya era un sitio de venta y parador, entre pajonales y zigzales (Tambo), donde se hospedaban sacerdotes y españoles para alimentarse con las viandas preparadas en los pequeños ranchos de los naturales.
La presencia Bethlemita en la parroquia San Felipe, Barrio La Calera, data desde 1981 con la llegada de la Hermana Celina Gonzáles, quien movida por la gracia del Espíritu Santo buscaba promover una labor apostólica distinta, para dar respuesta a las exigencias del Concilio Vaticano II que invitaba a “volver a las fuentes”. Se encontró con el padre Holger Hidalgo párroco de San Felipe, todo un pueblo hambriento de Dios; existía el consumo exagerado de alcohol, la pobreza era muy evidente, pocos medios de trabajo y escaso emprendimiento, se carecía de agua potable, salud; era una parroquia que necesitaba organización en cuanto a evangelización y vida parroquial. El Padre Holger se sentía solo y limitado, para emprender una labor evangelizadora más profunda.
Las áreas que atiende la comunidad son: Pastoral catequética, Pastoral juvenil Vocacional, Pastoral familiar, Pastoral social y de salud, Pastoral misionera, Pastoral litúrgica, grupos y movimientos. (Planes Parroquiales)
Testimonio - Trabajo Pastoral rural
En el año 1976 siendo Obispo de Latacunga Monseñor José Mario Ruiz Navas, me solicitó la colaboración en la Diócesis, para la preparación de catequistas en algunas parroquias como también en la organización y administración de la Librería Diocesana. Después de haber reflexionado maduramente, le di la respuesta positiva a Monseñor.
Antes de iniciar mi trabajo, Monseñor me envió a realizar un curso de catequesis rural por espacio de un mes, como también un curso de Quichua con el fin de que pudiera orientarme mejor en el ambiente indígena. Con esta preparación más o menos adecuada a la misión encomendada, inicié mi trabajo en algunas parroquias cercanas. Pero ¡Oh Dios! aquí empezó mi primer problema: el transporte, quién me lleva, y quién me trae?. Monseñor me llamó un día y me dijo que él no tenía chofer a mi disposición, que yo tenía que aprender a conducir el carro, nunca me imaginé que algún día tenía que ser chofer, pero la necesidad tiene "cara de hereje" como dice el dicho, pues me puse las pilas y manos a la obra.
Me dieron un carro del tiempo de los apóstoles, cuando llovía tenía que parar para movilizar con la mano las plumas y poder seguir, cuando me tocaba subir cuestas y perdía la fuerza el carro, me tocaba parar y poner una piedra a la llanta trasera para que no se regrese el carro, porque yo temblaba del susto, como dicen los mexicanos " manita, cómo la ve desde ahí?"., pues aquí podría aplicar el dicho "ni el burro ni el que lo monta". Yo recibía lecciones de manejo de todos quienes sabían manejar incluyendo el técnico, ya que cada vez que regresaba llevaba el carro para que lo arregle, algunas veces me pasaba del semáforo rojo y paraba para ver si ya había cambiado, pero al fin aprendí como para movilizarme a algunos lugares cercanos.
Con estos preámbulos di comienzo a la tarea, desplazándome a parroquias cercanas como Mulaló, Santa Marianita, Joséhuango, Toacazo, Poaló, el Chasqui, San Buenaventura etc, etc. Mi trabajo en estos lugares consistia en buscar personal en los barrios de éstas parroquias para preparar los grupos de catequistas, la preparación consistía en dar cursos de pedagogía catequística, canto, dinámicas, manejo de la Biblia y dibujo.
Participé también en el trabajo de misiones, en los tiempos fuertes de liturgia, este trabajo lo realicé en las parroquias de las pampas, región montañosa del Cotopaxi, en donde el transporte lo hacíamos en carro hasta cierto lugar, luego tres horas a lomo de mula montaña arriba. En Cuzubamba otra parroquia en donde todos sus habitantes son indígenas, uno de los medios de comunicación para las reuniones es el "cuerno" o cacho, un instrumento que sirve para convocar a los indígenas a cualquier reunión.
En promoción humana trabajé en Latacunga con las Hnas. Lauritas dábamos alfabetización, manualidades, culinaria con los alimentos que recibíamos de Cáritas, con la ropa que nos regalaban les enseñábamos a confeccionar vestidos de acuerdo a las tallas de los participantes.
De esta forma di mi respuesta a la Diócesis en el trabajo de Pastoral rural durante seis años, para luego integrarme nuevamente al trabajo de la educación en los colegios de nuestro Instituto Bethlemita. Con mucho cariño. Hna. Rosa Matilde Moncayo Bethlemita.
Fotografías
Obra Parroquial Chambo.
Chambo es un cantón de la Provincia de Chimborazo en el Ecuador. Está ubicado el noroeste de la provincia. A pesar de contar con una superficie pequeña, su importancia radica en la ubicación geográfica, en la diversidad de pisos climáticos y en la rica producción agrícola y ganadera.
Chambo es una ciudad llena de cultura y tradiciones de ellos podemos manifestar: procesos organizacionales, modos de vida, costumbres, valores, creencias y herramientas de labranza. El uso de medicina ancestral constituye una expresión de la cultura e identidad de la población Chambeña, principalmente en los sectores rurales.
Es un pueblo netamente religioso, entre las principales manifestaciones de devoción popular se destacan: el amor a la Virgen del Carmen, al Niño Jesús en Navidad, a San Juan Evangelista (Fiesta de los diablitos) y a Jesús Sacramentado en las del Jubileo de las cuarenta Horas. La mayoría de movimientos, Asociaciones, Hermandades y Cooperativas de transportes se integran a la Pastoral de la Parroquia y colaboran activamente en los tiempos fuertes de la liturgia. La presencia de catequistas y líderes en cada barrio o comunidad, junto con las Religiosas y el Sacerdote dinamizan la Pastoral.
En Octubre de 1991, llegó la comunidad Bethlemita al Cantón Chambo, integrada por las hermanas María del Carmen Corral, Pilar Pabón y Ana Teresa Revelo, en respuesta al llamado de la Iglesia y como una necesidad muy sentida en la provincia. La población que era atendida únicamente por un sacerdote, requería la presencia evangelizadora de personas comprometidas con la Iglesia pobre. Se descubre en aquel entonces las necesidades más urgentes de evangelización como: pastoral familiar, pastoral catequética y pastoral juvenil.
La misión se desarrolla en base a los lineamientos generales del Plan Pastoral de la Diócesis, para llevar adelante una evangelización centrada en el principal objetivo, “el anuncio del Reino de Dios”
Las áreas que atiende la comunidad son: Pastoral Catequética, Pastoral Litúrgica/Religiosidad Popular, Pastoral juvenil, Infancia misionera, Pastoral de la salud, Pastoral de grupos y movimientos. (Planes Parroquiales)
Fotografías
Obra Parroquial de Portovelo
Objetivo General del Plan Parroquial
En comunión con la Iglesia Diocesana y desde la Identidad Bethlemita, animar y participar en la acción pastoral de la Parroquia San José Obrero de Portovelo, en respuesta a las necesidades de los tiempos, fortaleciendo la vida de fe y promoviendo la dignidad de la persona humana.
Datos de la Obra
Portovelo, rica zona minera, (su nombre se debe a una veta aurífera riquísima que fue encontrada en tiempos de la colonia); enclavada en las estribaciones de la cordillera occidental de los Andes, al sur del Ecuador en la Provincia de El Oro, a 105Km de su capital Machala.
La obra Parroquial de Portovelo fue fundada el 19 de diciembre de 1993 siendo Provincial la Hna. Estela Muriel, por invitación de Monseñor Néstor Herrera Obispo de la Diócesis y el Padre José Tinajero Caballero Párroco de Portovelo quienes manifiestan la necesidad de una comunidad religiosa que acompañe a este pueblo minero en la evangelización.
Las Hnas. Fundadoras fueron: Laura Beatriz Narváez Castillo y Mónica Estévez, hace ya 27 años de los inicios de esta obra Pastoral.
Al inicio la labor de Evangelización que realizaban las hermanas en conjunto con el párroco va dando sus primeros frutos y surge el deseo de organizarse y pertenecer a comunidades cristianas, grupos y movimientos apostólicos.
Una de las prioridades de la comunidad en este Cantón desde su inicio ha sido la preparación para la catequesis sacramental (bautismos, eucaristía, Confirmación, Matrimonio) para lo cual se ha dedicado a la formación de catequistas quienes hoy, con sentido de pertenencia son los más cercanos colaboradores y responden a esta tarea pastoral de la Iglesia.
Actualmente el trabajo apostólico lo realizamos en la formación humano-cristiano a todo nivel niños, jóvenes y adultos. Distribuidos en el sector humano como en el sector rural, donde se encuentran centros de catequesis, grupos juveniles, infancia misionera y movimientos apostólicos a quienes se les acompaña semanal o quincenalmente.
La labor pastoral se realiza siguiendo los lineamientos que recibimos del Instituto, Plan diocesano, plan pastoral parroquial, esforzándonos por avanzar en esta misión que Dios nos ha encomendado en esta parcela de su Iglesia
Pastoral que se Realizan en la Obra Parroquial
Las Hnas, Bethlemitas acompañamos en las siguientes pastorales: Pastoral catequética, pastoral juvenil y vocacional, Infancia Misionera, Pastoral familiar, Pastoral Social: Cáritas parroquial, Comunidades eclesiales de Base; Pastoral. Litúrgica: Ministros extraordinarios de la comunión y acompañamiento a grupos apostólicos: Renovación carismática, Adoratrices y Movimiento Juan XXIII
Desde la llegada de las hermanas Bethlemitas a Portovelo hemos acompañado a este pueblo en la formación cristiana de niños, jóvenes y adultos, se han conformado grupos de infancia misionera y grupos juveniles. (Hna. Nelly Ordóñez)
Fotografías
Obra Parroquial en Lebu - Chile
Lebu fue fundada el 8 de octubre de 1862, por el Coronel Cornelio Saavedra. Se ubica a 145 km. al sur de la ciudad de Concepción, capital regional, en la Provincia de Arauco, Región del Biobío; sus límites al norte con la comuna de Arauco y Curanilahue, al este Los Álamos y, al oeste el Océano Pacifico, posee una superficie de 561,4km2. Lebu debe su nombre a su río llamado por los Mapuches "Leufu", que quiere decir río, y que poco a poco fue castellanizándose pasando por leuvu, lebú para quedar finalmente como Lebu. Cabe destacar que la Isla Mocha es el lugar más apartado que tiene la comuna y está aproximadamente a 92 km de distancia, posee una extensa reserva de bosque nativo. La capital de Lebu tiene edificaciones como: una Iglesia Parroquial erigida en 1869, un Hospital, Liceos, Escuelas, oficina de Registro Civil, Bancos, Municipio, Gobernación y correos. Cada año todos los veranos se realizan festivales internacionales de cine, feria de la nalca, teatro y música.
En esta ciudad hay pocos católicos, cuenta con una Iglesia Parroquial que lleva el nombre de Santa Rosa de Lima y siete capillas: Sagrado Corazón de Jesús, María Estrella del Mar, Nuestra Señora de los Vientos, Santa Teresita de los Andes, Nuestra Señora de Lourdes, Nuestra Señora del Carmen, María Auxiliadora (Isla Mocha). La mayoría de la población es protestante, existen 95 templos protestantes de diferentes denominaciones.
La misión de Hermanas Bethlemitas en Lebu se inició en julio de 2012 por invitación de Monseñor Fernando Chomali Arzobispo de Concepción para ser presencia evangelizadora desde el testimonio de vida. La presencia de las hermanas en el lugar se conviertió en un apoyo para animar y acompañar la misión pastoral, esto contribuye a fortalecer la fe.
Las hermanas que llegaron a Lebu, por primera vez fueron Silvia Villeda, Marlene García y Ana Lucía López.
Las Áreas pastorales que acompaña la comunidad son: Pastoral de enfermos, pastoral carcelaria, ministros extraordinarios de la comunión, grupos de oración. (Hna Nelly Chuquitarco)
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Residencia Universitaria "Santa Teresita"
Esta obra tiene como propósito ofrecer a las jóvenes estudiantes universitarias un ambiente familiar que facilite la continuación de su formación humano-espiritual y logren, a través de sus estudios, una preparación académica y profesional que las capacite para asumir el compromiso de ser agentes de cambio en la sociedad.
La Residencia Universitaria “Santa Teresita” fue fundada por la Hermana Provincial Sofía Valencia, en noviembre de 1.954, con la finalidad de acoger a las jóvenes que querían continuar sus estudios en la Universidad y necesitaban dónde alojarse. La Obra comenzó con 10 estudiantes que venían de diferentes Provincias del País.
En el año de 1.963, la hermana Lucila Vallejo, con autorización de la Madre General, construyó un edificio nuevo con habitaciones individuales dando así cobertura a más estudiantes.
La residencia está ubicada en un lugar central que facilita el desplazamiento a las diferentes Universidades de la ciudad. Los costos son módicos y se presta un buen servicio. Las familias buscan estas residencias, que son atendidas por la comunidad religiosa. (Hna. Inés Fustillos)
Fotografías
Casa de Retiros y Encuentros Encarnación Rosal
Ofrecer un servicio pastoral buscando siempre la excelencia y la calidad de acuerdo a los parámetros establecidos para una sociedad que busca lo mejor para el desarrollo integral del ser humano.
Las hermanas acompañan con su testimonio, oración, acogida, hospitalidad, solidaridad a todas las personas que requieren el servicio de la obra, se tiene la conciencia de ser “Casa del Pan y de acogida” donde todos se sientan bien.
La casa de encuentros nació como una necesidad del colegio de Quito de tener un lugar donde realizar encuentros con Cristo y retiros para las estudiantes del colegio, con los recursos del colegio se fue construyendo.
Con el tiempo se puso al servicio de la provincia y hacia 1998 se ofrece el servicio a quien necesite de un lugar para retiro y encuentros de tipo religioso, académico y social. (Hna. Inés Fustillos)
Fotografías
Casa de Hermanas Mayores
La Comunidad es la más linda del mundo, es la antesala del cielo.
Se inició gracias a la Comunidad del Colegio de Ibarra, quienes generosamente facilitaron las instalaciones en Yahuarcocha, sin interrumpir el trabajo pastoral que realizan en ella.
Por la solicitud y autogestión de la hermana Ligia Pozo, se abrió a partir del 16 de agosto de 2010, siendo ella la superiora con la aprobación y ayuda de la superiora Provincial Hna. Ángela María Pinzón.
El panorama que ofrece es encantador. Se recuesta con elegancia y armonía sobre el agreste e inspirador monte Yuracruz. Cada mañana basta levantar la mirada para elevarse al Creador, con el paisaje único que la rodea; al fondo hacia la izquierda, se destaca delicadamente el "Cotacachi", con frecuencia orlado de una fina capa de nieve, en donde el sol naciente deposita sus mejores rayos de una trasparencia irrepetible. Bordeada de palmeras, acacias y totoras, descansa la laguna de Yahuarcocha con su historia milenaria de bravura y coraje en aras de libertad (Hna. Teresita Salazar)
El sábado 11 de noviembre de 2017 con gozo y alegría se realizó la Inauguración y Bendición de la Casa de Hermanas Mayores "Madre Encarnación Rosal", en Conocoto. Nos acompañó la Madre Diana Lucía conjuntamente con hermanas de las diferentes provincias del Instituto. Elevamos nuestra acción de gracias al Señor por la construcción de este espacio para Nuestras Hermanas que han forjado la Historia de Nuestro Instituto.
Actualmente la Comunidad de “Casa de Hermanas Mayores Madre Encarnación Rosal” está integrada por 11 hermanas, que viven felices, agradecidas al Buen Dios, a la Congregación y a la Provincia. (Hna. Andrea Lara)
Fotografías
Exalumnado
La Asociación de exalumnas/os, es el estamento de la comunidad educativa que pretende agrupar a los antiguos alumnos/as para continuar su proceso de formación y fortalecer su identidad Bethlemita a la luz del Evangelio. Se debe impulsar su crecimiento cristiano en la dimensión: personal, social y trascendente, conforme a los principios y proyectos del Plan de Exalumnas/os. ( En el Surco de la Historia pág. 112 )
Nuestra tarea es decir a todos:
“Existe Alguien, Cristo, que os envía un
mensaje en armonía con las aspiraciones más
hondas y secretas del corazón humano” (G. S.21)
Si este mensaje es valioso para todo hombre, debe serlo de manera especial para quien, desde niña/o, y por muchos años, vivió y se formó según los principios cristianos y la filosofía Bethlemita, escuchó nuestras palabras y aceptó las enseñanzas que le propusimos.
Nuestras exalumnas/os son objeto especial de nuestra misión; debemos acompañar su proceso de crecimiento personal, social y trascendente, e imprimirle a la formación de notas características del Carisma y de la Espiritualidad, que dinamicen la respuesta y le impriman nuestra propia identidad, dentro de su vocación personal. ( En el Surco de la Historia pág. 104 )